En un bello lugar bajo el mar llamado glup glup, existía una colonia de delfines los cuales les gustaba jugar bailar y divertirse. Entre ellos estaba Martín un delfín celeste y muy bonito, el cual quería entrar a la banda del pueblo de glup glup, pero no podía porque no savia tocar ningún instrumento musical. Entonces fue donde su amigo el cangrejo, el cual tocaba las cascanueces mejor que ninguno. Le dijo amigo cangrejo me enseñas a tocar las cascanueces y el le respondió. No puedo amigo Martín ya que tu no tienes cascanueces. A lo cual martín tomo dos almejas y empezó a tocar mejor que el cangrejo. el respondió esas no son cascanueces con eso jamás podrás tocar en la banda de el pueblo.
Martín se fue muy apenado y decidió ir donde su amiga la caracolita de mar cuando llego estaba ella y su hermanito tocando sus conchitas y haciendo música, a lo cual rápidamente dijo me enseñan a tocar así. y en conjunto respondieron no… porque tu no tienes conchita. Martín recogió unas de las conchitas de los caracolitos y empezó a tocar golpeándolos unos con otros. Por lo cual caracolita le dijo deja de hacer ruido martín, no ves que interrumpes nuestra melodía vete mejor de aquí.
Martín salio nadando lo mas rápido que pudo hasta que llego a un lugar muy sucio y contaminado. Donde habia un tiburón el cual le dijo : ¿delfín porque lloras?
Martín le dijo de inmediato su problema, a lo cual el tiburón respondió :querido delfín con todo puedes hacer música, como por ejemplo con estas botellas que botan los humanos. El tiburón comenzó a golpear ambas botellas pero le sonaban muy mal, el delfín se rió tomo una de ellas y se fue.
Luego de un rato el delfín subió a la superficie. Porque escucho una bella voz sonando.Era una gaviota que sobrevolaba el lugar y al ver al delfín con tanta pena, despego para ver que le pasaba. Que te pasa delfín le dijo, martín le contó su larga historia a la gaviota. Y ella le dijo haber joven delfín pásame las conchitas las caracolas y esa botella. Y Martín se las paso de inmediato, la ave de un solo aleteo mágico unió todo lo que le había pasado martín y le dijo : Martín este va a ser tu nuevo instrumento le heche de mis semillas mágicas para que sonara mejor y le puce unos platitos.
Martín tomo el instrumento y logro sacar cada uno de sus hermosos sonidos , ahora era feliz le dio mil gracias a la señora gaviota y nado como un rallo hacia el pueblo de glup glup. Cuando llego al pueblo y empezó a tocar su instrumento tan novedoso, todos quedaron fascinados y lo incluyeron en la banda de inmediato y desde ese día martín toca todos los domingos en la banda del pueblo con su instrumento mágico.
Fin.
Moraleja: el que la sigue...la consigue. Muy bonito el cuento. Hay que ser perseverante cuando uno desea algo, espero que tú representes esa perseverancia también en tu vida profesional en el futuro como profesora y en tu vida personal también.
ResponderEliminarDetalle a mejorar; la ortografía y la puntuación en tus relatos.