En primera instancia la profesora “paso” lista de una forma diferente, porque ella decía con un tono nuestro nombre y nosotros debíamos seguirlo.
En esta clase, unos compañeros que debían su trabajo, lo presentaron y fue muy entretenido. Lograron relatar un cuento muy conocido “la caperucita roja” donde integraron sonidos y un muñeco, que tenía todos los personajes. Me gusto mucho su trabajo, al ver que tenían tanta creatividad para poder hacerlo.
Más tarde, realizamos un juego que era reconocimiento de esquemas, donde todo el curso debía repetir alguna acción de la profesora, a través de lo visual, corporal y lo auditivo. Fue muy entretenido, ya que se integraba música, sonidos, pulsos, etc. Sin embargo habían ocasiones en que me perdía y no podía seguir muy bien los patrones.
Por otra parte también vimos los siguientes ejes:
Audición, interpretación, creación y reflexión.
Estos se pueden trabajar en torno a juegos o cualquier otra actividad en música.